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CORUJA "extra viva", Brasil (074)



Coruja es una cerveza artesanal de Brasil, y representa para mi la mejor cerveza de ese país.

Formados en la universidad de arquitectura, Micael Eckert, y Rafael rodrigues, encuentran que tienen un interes en comun: la cerveza.
Asi es como en 2004 surge Bebidas Coruja Ltda fabricando cerveza coruja viva.

Coruja viva es una cerveza artesanal no pasteurizada (por eso lo de viva) hecha con lupulo, levadura, y el triple de malta de cebada que una plisen.

En mayo de 2007, es lanzada la Coruja extra viva, una cerveza con mas cuerpo y sabor mas fuerte.

Extra Viva es una lager elaborada con agua mineral, malta pilsen y vienna; lupulo galena para el amargor y perle para el aroma; y levadura.

Su nombre esta inspirado en un ave de habitos nocturnos, como los bebedores de cerveza.

La cerveza es algo realmente hermoso: un frasco antiguo con etiqueta serigrafeada directamente sobre el vidrio.

La empresa divulga un movimiento artístico y apuesta a un sector cultural, apoyando distintas exposiciones, lanzamiento de peliculas, y eventos de arquitectura.



La historia de esta cerveza en mi colección es algo bastante anecdotico:
En mi casa tenia un vaso de Coruja extra viva que aun no formaba parte de mi colección ya que no había tomado esta cerveza en ese vaso.

Por eso aprovechando un viaje a Porto Alegre con motivo del encuentro de coleccionismo anual de Tcherveja (club gaucho de coleccionismo cervecero), me propuse tomar esa cerveza.

Allí me diriji junto a 3 amigos y claro, mi vaso.

Unos años atrás había tomado una coruja en un hermoso bar/pub llamado John Bull. En la puerta de este, tuve que explicar que solo quería comprar esa cerveza por lo que rogaba no me cobren la entrada. Tras algunos minutos, de muy buena manera nos dejaron entrar.
Independientemente de lo maravillado que quedamos con John Bull, me explican en la barra que no podía salir con la botella, y ademas esta cerveza estaba fría y no podía calentarse porque se arruinaría.
Para sintetizar, me pusieron la botella en una caja de telgopor llena de hielo.
Cobrandome una cifra muy alta. O muuuuuuy alta.

Así fue como tras varias horas (incluyendo una cena en casa de nuestros amigos Ibes y Noeli) llegamos al hotel y compartimos esta sensacional y exquisita cerveza.

En la foto podrán apreciar que el escenario no es el mejor.

Pero esta fue otra de las hermosas historias que nos ofrece el coleccionismo. Historia que nunca hubiese concretado sin mis amigos Bruno, Charly, y Clau.